En mi trabajo es sumamente habitual afrontar la zona de estrés, en razón de que cada caso que como litigante acojo implica una serie de particularidades y problemas que por lo general nunca he tenido. Esto implica que continuamente debo estar investigando, aprendiendo y afrontando diversas emociones negativas que van desde la frustración, el estrés a la completa realización cuando encuentro la solución doctrinal, jurisprudencial, legal, etc.
La forma en la que afronto la incertidumbre y estrés iniciales, se basa en la revisión de recursos de aprendizaje y sobre todo pedir ayuda a otras personas que quizá ya tengan experiencia en la resolución de dicho problema, y tener una retroalimentación constante que me de la certeza de que estoy bien encaminado, porque de otra manera he llegado a recaer en un individualismo extremo que no me deja alcanzar mis objetivos de manera más efectiva.
Las 3 actitudes distintas que tendría en una próxima oportunidad serían:
- Ser mas asertivo: Buscar retroalimentación desde el principio.
- Ser más organizado trazando objetivos claros y estructurados para cumplir las tareas.
- Tener más confianza en las habilidades que ya domino