Durante la pandemia, mientras culminaba mis estudios de colegio, experimenté una situación de aprendizaje desafiante al tener que adaptarme al estudio virtual y gestionar mi tiempo de manera efectiva. Esta transición me generó estrés debido a la falta de interacción directa con mis compañeros y profesores, así como la necesidad de autodisciplina para mantenerme enfocado en el entorno virtual.
Lo que me mantuvo atrapado en la zona de estrés fue la dificultad para establecer una rutina de estudio, también como la sensación de aislamiento y la incertidumbre sobre el futuro académico.
Para evitar cometer los mismos errores y salir rápidamente de la zona de estrés en situaciones similares en el futuro, podría adoptar las siguientes actitudes:
Establecer límites y tiempos definidos para el estudio: establecer horarios específicos para el estudio y para desconectar de los dispositivos electrónicos
Buscar apoyo y colaboración: En lugar de aislarme, puedo buscar activamente oportunidades para conectarme con mis compañeros de clase a través de plataformas en línea, grupos de estudio virtuales o programas de tutoría.
Practicar técnicas de manejo del estrés: En lugar de permitir que el estrés me abrume, puedo dedicar tiempo regularmente a actividades de relajación y autocuidado, como la meditación, el ejercicio físico o la escritura en un diario.