Una situación de aprendizaje que tuve fue cuando conseguí mi primer trabajo profesional. Recuerdo que uno de los problemas que me dejo atrapado en la zona de estrés fue no poder adaptarme a la forma de trabajo que manejaba el equipo, ya que, era algo completamente nuevo para mí, además, otra cosa que me costó bastante trabajo y estrés fue lidiar con la responsabilidad que uno tiene, ya que, al ser un trabajo profesional, el tener algún tipo de error me provocaba bastante estrés.
Reflexionando estas situaciones una vez que ya ocurrieron, puedo considerar tres diferentes actitudes que puedo tener ahora para no volver a presentar este tipo de problemas o errores:
Tener la confianza de preguntar los procesos o formas de trabajo que el equipo emplea, sin pensar que pueda ser algún tipo de retraso para el equipo
Muchas veces los trabajos que se realizan son en equipo, siendo así, podría pedir los comentarios al equipo respecto al trabajo que uno realice, y de esta manera mitigar esa sensación de estrés respecto a posibles errores con su trabajo
Recordar que es normal que uno se sienta de las anteriores formas al inicio, pero que, a fin de cuentas no es para siempre, el saber que con el esfuerzo y empeño necesario esa sensación en algún momento terminará puede ser una manera bastante reconfortante de evitar el estrés