Autoevaluación constante: Reflexionar sobre experiencias pasadas para identificar patrones y posibles áreas de mejora.
Planificación exhaustiva: Antes de comenzar una actividad, realizar una planificación detallada. Asegúrarme de tener todos los recursos necesarios, incluyendo material e información, y anticipar posibles obstáculos.
Flexibilidad y adaptabilidad: Aceptar que pueden surgir imprevistos y ser flexible en mi enfoque. Aprende a gestionar el estrés y la frustración cuando las cosas no salen como esperaba, considerándolo como una oportunidad de aprendizaje.