En experiencias de aprendizaje autónomo, me he sentido atrapada en la zona de estrés al intentar aprender a mi propio ritmo. La angustia por no progresar al nivel deseado, la dificultad para gestionar el tiempo eficientemente y la persistencia afectada por la sensación de estancamiento contribuyeron a esta situación. La presión autoimpuesta para alcanzar metas específicas en un tiempo determinado agravó el círculo de estrés.
Para evitar caer en los mismos errores y facilitar la transición hacia la zona de aprendizaje en futuras situaciones de aprendizaje autónomo, es esencial adoptar expectativas realistas, planificar el tiempo de manera efectiva y cultivar paciencia y persistencia. Además, reconocer y manejar las emociones juega un papel crucial, ya que el control emocional contribuye a evitar la procrastinación como una conducta de evitación.