¡Hola estudiante!
Entiendo que has tenido dificultades para salir de la zona de estrés mientras aprendías inglés. Es normal que al inicio nos cueste adaptarnos y organizar nuestro estudio. Pero no te preocupes, ¡siempre hay formas de mejorar!
Para evitar cometer los mismos errores y pasar rápidamente a la zona de aprendizaje, te sugiero seguir estas tres actitudes:
Establecer objetivos claros y alcanzables: Define metas específicas y realistas para tu aprendizaje de inglés. Por ejemplo, podrías proponerte aprender una cierta cantidad de vocabulario nuevo cada semana o practicar la gramática durante un tiempo determinado cada día. Al tener objetivos claros, te será más fácil medir tu progreso y motivarte para seguir adelante.
Practicar la autorreflexión: Tómate el tiempo para reflexionar sobre tu proceso de aprendizaje. Analiza qué estrategias te funcionaron bien y cuáles no. ¿Qué te hizo sentir más cómodo y motivado? ¿Qué te generó estrés o dificultades? Al identificar tus fortalezas y debilidades, podrás ajustar tu enfoque y encontrar formas más efectivas de estudiar inglés.
Buscar apoyo y orientación: No tengas miedo de pedir ayuda cuando la necesites. Busca a personas que puedan brindarte apoyo y orientación en tu proceso de aprendizaje. Puedes unirte a grupos de estudio, buscar un profesor o tutor que te guíe, o incluso utilizar recursos en línea como aplicaciones o cursos en línea. Contar con el apoyo de otros te ayudará a mantenerte motivado y a superar los obstáculos más fácilmente.
Recuerda que el aprendizaje es un proceso continuo y cada persona tiene su propio ritmo. No te desanimes si encuentras dificultades, lo importante es seguir adelante y aprender de tus errores.
¡Espero que estos consejos te sean útiles! Si tienes alguna otra pregunta, no dudes en hacerla. ¡Estoy aquí para ayudarte!
Espero haber ayudado y ¡buenos estudios!