Recuerdo haber tomado un curso de inglés en el que empecé desde el nivel 0, a pesar de tener cierta experiencia previa en el idioma. Esta situación me dejó preso en la zona de estrés porque me sentí frustrada por tener que repasar conceptos que ya conocía, lo que me hizo perder interés en el curso y desmotivarme.
Para evitar cometer los mismos errores en la próxima vez que me encuentre en una situación similar, aquí hay tres actitudes que puedo tomar:
Comunicar mis habilidades: Si en algún momento me encuentro en un curso en el que creo que mi nivel de habilidad es superior al que se está enseñando, puedo comunicar mis habilidades al instructor. De esta manera, podré avanzar más rápidamente en el curso y evitar la frustración de tener que repasar conceptos que ya conozco.
Establecer metas claras: Puedo establecer metas claras para lo que quiero lograr con el curso, lo que me ayudará a mantenerme motivado y enfocado en el objetivo final. También puedo desglosar estas metas en objetivos más pequeños y manejables para que no me sienta abrumada.
Practicar la paciencia y la perseverancia: Entiendo que el aprendizaje lleva tiempo y que puede haber obstáculos en el camino. En lugar de rendirme cuando me sienta frustrada o abrumada, puedo practicar la paciencia y la perseverancia para superar los desafíos y avanzar en el curso.