En una situación de aprendizaje que ya viví y que tuve dificultades para salir de la zona de estrés fue cuando estaba trabajando en un proyecto de programación muy complejo y no podía encontrar una solución para un problema específico que estaba enfrentando. Me dejó preso en la zona de estrés el hecho de no poder encontrar una solución, lo que me hizo sentir frustrado y desmotivado.
Para evitar cometer los mismos errores y pasar rápidamente a la zona de aprendizaje, puedo adoptar las siguientes actitudes:
Pedir ayuda. En lugar de tratar de resolver el problema por mi cuenta, puedo buscar la ayuda de mis compañeros de equipo o de un profesor. Pedir ayuda no solo puede proporcionar una nueva perspectiva sobre el problema, sino que también puede ayudar a dividir el trabajo y reducir la carga mental.
Tomar un descanso. Tomar un descanso puede ayudar a aliviar la tensión y a reducir el estrés. Al alejarme del problema por un corto período de tiempo, puedo volver a él con una perspectiva fresca y una mente clara.
Dividir el problema en partes más pequeñas: Si el problema parece demasiado grande o complicado, puedo dividirlo en partes más pequeñas y tratar de resolver cada parte por separado. Esto puede ayudar a hacer el problema más manejable y a proporcionar una sensación de progreso y logro a medida que se resuelven partes del problema.