Una situación de aprendizaje en la que he tenido dificultades para salir de la zona de estrés fue cuando estaba aprendiendo a programar en un nuevo lenguaje de programación. Me sentía abrumado por la cantidad de información que necesitaba aprender y por las dificultades que encontraba en el camino. Sentía que no estaba avanzando y que me estaba tomando demasiado tiempo entender los conceptos básicos.
Lo que me dejó preso en la zona de estrés fue mi propia mentalidad negativa y la sensación de que no era lo suficientemente bueno para aprender el nuevo lenguaje de programación. Me encontraba preocupado por la posibilidad de no ser capaz de aprenderlo y esto me llevó a un círculo vicioso de estrés y frustración.
Para evitar caer en la misma situación en el futuro, he tomado algunas actitudes diferentes:
Cambiar mi mentalidad: En lugar de enfocarme en lo que no puedo hacer, trato de concentrarme en lo que ya he logrado y en cómo puedo seguir mejorando.
Dividir mis objetivos en metas más pequeñas: En lugar de intentar aprender todo de una sola vez, divido mis objetivos en pequeñas tareas manejables que puedo lograr en un corto período de tiempo.
Tomar descansos regulares: En lugar de tratar de seguir aprendiendo sin parar, tomo descansos regulares para relajarme y refrescar mi mente. Esto me ayuda a mantenerme enfocado y motivado para seguir adelante.