Pues esto sucedió al emigrar a un nuevo país, eso es sacarte de manera total y completa de tu zona de confort y lo más complicado de esto es que una vez afuera no hay manera de volver a ella.
Al principio se genera una gran cantidad de estrés, ansiedad y hasta depresión, lo cual duro los primeros 2 o 3 meses, pero después logre tener un momento de calma y de organizar mis ideas, recordé porque motivos realice este cambio, a donde quería llegar y empecé a trabajar en mi salud física y mental.
Ahora trato de aplicar varias de esas cosas para cada cambio reto que se presenta en mi vida, que conlleve un cambio grande, y claro que me he vuelto sentir así, pero ahora siempre recuerdo mis objetivos y que debo hacer para lograrlo, porque si no trabajo en mis objetivos y metas los días continuarán pasando no se detienen y eso me retrasa en todo lo que quiero lograr.