Cuando decidí aprender un segundo idioma fue muy difícil por el hecho de que soy una persona un poco tímida, así que el hecho de soltarme a hablar y relacionarme con personas fue un proceso con mucho estrés. Por eso es importante tomar en cuenta estas tres aptitudes: ser constante, aprender a que todos estamos aprendiendo y cometemos errores y a tener un rol que nos ayude a mejorar.