Tuve que aprender a administrar un nuevo sistema y realizar la migración de datos a este. Al principio, la carga de trabajo parecía abrumadora, y no sabía por dónde empezar. La cantidad de información nueva me generó una sensación de estrés y frustración, especialmente porque no estaba familiarizado con el sistema ni con los procesos involucrados. Cada vez que cometía un error, me sentía más perdido.
Lo que me dejó atrapado en la zona de estrés fue la sensación de que no tenía suficiente conocimiento para abordar la tarea. Además, el miedo a cometer errores y la falta de un plan claro para avanzar me hicieron sentir desbordado.
3 actitudes para evitar la zona de estrés en el futuro:
Dividir la tarea en pasos más pequeños: En lugar de ver todo el proceso de migración como un solo bloque, podría haberlo desglosado en partes más pequeñas y manejables. Esto hubiera reducido la sensación de sobrecarga y me habría permitido concentrarme en aprender una cosa a la vez. Por ejemplo, primero aprender las funciones básicas del sistema, luego familiarizarme con la migración de datos en un entorno de prueba antes de hacerlo en el sistema real.
Buscar ayuda y colaboración desde el principio: En lugar de intentar hacerlo todo por mi cuenta, podría haber pedido ayuda a colegas que ya tuvieran experiencia con el sistema. Esto me hubiera dado una mejor perspectiva sobre cómo abordar la tarea y reduciría mi ansiedad, ya que habría contado con el apoyo de personas con más conocimiento.
Aceptar los errores como parte del aprendizaje: En lugar de frustrarme por cada error, podría haber adoptado una actitud más positiva hacia ellos, viéndolos como oportunidades para aprender. Por ejemplo, al cometer un error en la migración, en lugar de estresarme, podría haber analizado qué salió mal y cómo evitarlo la próxima vez. Esto me habría ayudado a mantener la calma y avanzar con más confianza.