Hace un par de años decidí aprender finés por mi cuenta. Si bien conseguí muchísimo material y herramientas de estudio, entré en una zona de estrés de la que no pude salir más y dejé de intentar al ver que era un idioma complejo. Me limité muchísimo y dejé de lado mi interés genuino, enfocándome solamente en los errores que comía sin tener en cuenta que estaba aprendiendo. Cuando decida retomar, sé que 1. no volveré a desesperarme ni a perder la paciencia; 2. trataré de aprender de a poco sin exigirme y 3. fijar objetivos a corto plazo para no abordar todo de una sola vez.