La situación que me viene a la mente es cuando me postulé como docente, no conocía el ambiente ni como tenia que manejarme, tampoco había nadie que te oriente. Pero de igual manera, con entusiasmo, constancia y voluntad, me anime. Fueron meses de estrés y cero autoestima. Pero tras varios meses y mucha motivación por parte de mi familia y amigos lo logre. Aunque pienso que es algo que perdura en el tiempo, a la educación hay que actualizarse constantemente. Para una próxima situación de estrés, me propongo la confianza en mi misma, un autoestima firme y recordarme permanentemente el objetivo y por qué me encuentro en este situación.