La idea de establecer metas claras y medibles es fundamental para cualquier proceso de aprendizaje. Me parece especialmente útil el enfoque de Peter Drucker, ya que nos obliga a ser conscientes de nuestro progreso y a buscar mejoras continuas. Responder a las preguntas sobre el porqué, el dónde y el cuándo nos proporciona una estructura clara y motivadora para nuestras metas, asegurando que no solo estamos aprendiendo de manera abstracta, sino que estamos aplicando nuestro conocimiento de manera práctica y relevante. Los ejemplos de Alice ilustran perfectamente cómo las metas pueden adaptarse a diferentes contextos y necesidades, ya sean personales o profesionales. Esta metodología no solo nos ayuda a mantenernos enfocados, sino que también nos proporciona un sentido de logro y propósito en nuestro camino de aprendizaje.