Al definir una meta, debemos considerar 3 aspectos clave:
¿Por qué quiero aprender esto? ¿Cuál es mi motivación?
Quiero aprender porque pueden abrirme nuevas oportunidades laborales, ayúdame a mantenerme relevante y competitivo, expandir mi conocimiento, ayudarme a adquirir nuevas habilidades, entre otros. Mi motivo para aprender es porque quiero mejorar mi calidad de vida, superar nuevos desafíos y crecer de forma personal y laboral.
¿Dónde voy a aplicar este nuevo conocimiento? ¿En mi vida personal, en el trabajo, en un proyecto específico?
Este nuevo conocimiento puedo aplicarlo en mi vida diaria.
¿Cuándo quiero estar listo? ¿Hay una fecha límite o plazo que debo cumplir?
Quiero este preparado para cualquier situación o momento que se me presente. Opino que para aprender no hay una fecha límite o un plazo que debo cumplir ya que aprender es algo que debe realizar de manera constante.