Es una reflexión muy útil y realista sobre cómo el exceso de trabajo y la falta de organización pueden afectar nuestra calidad de vida. La historia de Martín muestra la importancia de establecer objetivos claros y metas concretas para evitar caer en la frustración. Además, nos recuerda que no basta con tener buenas intenciones; hace falta un plan y constancia para lograr cambios reales.