Formar un hábito es una experiencia individual y puede variar considerablemente en cuanto al tiempo necesario para establecerlo. Si bien se dice comúnmente que se necesita alrededor de 21 días para formar un hábito, no existe un número exacto que se aplique a todos. Desde mi perspectiva, he observado que la consistencia y la determinación son factores mucho más cruciales que un periodo de tiempo específico. Mantenerse comprometido y hacer un esfuerzo consciente todos los días parece ser más efectivo que enfocarse únicamente en el número de días requeridos.