El uso excesivo de teléfonos móviles, tabletas, computadoras y otros dispositivos electrónicos puede ser una fuente significativa de distracción, especialmente cuando se reciben notificaciones constantes de redes sociales, correos electrónicos u otras aplicaciones. Un entorno desorganizado puede contribuir a la distracción. Tener un espacio de trabajo desordenado o una lista interminable de tareas pendientes puede hacer que sea difícil priorizar y concentrarse en una tarea específica.