Los estilos de aprendizaje describen las formas preferidas en que las personas adquieren y procesan información. El modelo VARK identifica cuatro estilos: visual (aprenden con imágenes), auditivo (con lo que escuchan), lectura/escritura (con textos) y kinestésico (mediante la acción).
Por otro lado, el modelo de Kolb propone cuatro estilos basados en la experiencia: asimilador (reflexivo y analítico), convergente (práctico y técnico), divergente (creativo y observador) y acomodador (activo y adaptable).
Conocer estos estilos permite personalizar la enseñanza y mejorar el aprendizaje, ya que cada persona tiene una forma única de comprender el mundo.