En su teoría del aprendizaje experiencial, es visto como un ciclo de cuatro etapas:
En primer lugar, las experiencias inmediatas y concretas, las cuales sirven de base para la observación. A continuación, el individuo reflexiona sobre estas observaciones y comienza a construir una teoría general sobre el significado de esta información. En el siguiente ciclo, el aprendiz forma conceptos abstractos y generalizaciones basadas en sus hipótesis. Por último, el estudiante prueba las implicaciones de sus conceptos en nuevas situaciones.
Esto, aunque es moderno, no es lo más nuevo en aprendizaje, pero si concuerdo que este puede ser un modelo, que a su vez, perfectamente puede diseccionarse en más pasos e incluso se podría hasta cambiar el orden. Por lo general, se comienza con la formación de conceptos abstractos para luego reforzarlos con la práctica, o incluso reformarlos.