Claro, si hablamos de un hábito que podría traer otros beneficios, un buen ejemplo podría ser el ejercicio regular. Cuando me esfuerzo por incorporar el ejercicio en mi rutina diaria, no solo mejora mi salud física, sino que también aumenta mi energía, reduce el estrés y mejora mi concentración en tareas laborales o académicas. Además, el ejercicio regular me ayuda a mantener una mentalidad más positiva y a dormir mejor, lo que a su vez mejora mi bienestar general.