Para crear y reforzar un mindset de crecimiento en mi día a día, voy a enfocarme en dos acciones clave:
Reconocer el poder del esfuerzo Cada cosa que aprendo me cuesta. Pero si sigo insistiendo, aunque sea poco a poco, voy viendo resultados. Voy a recordar que mejorar no es hacerlo perfecto, sino seguir intentando.
Reformular los errores como aprendizajes En vez de castigarme cuando algo sale mal, voy a hacerme preguntas como: “¿Qué aprendí?” y “¿Qué puedo cambiar la próxima vez?”. Eso me da claridad, y me ayuda a crecer en lugar de rendirme.
Con solo cambiar la forma de pensar, ya empiezo a transformar cómo aprendo. Porque no se trata de nacer sabiendo, se trata de creer que todavía puedo aprender.