Un Mindset ideal se caracteriza por un entusiasmo constante por aprender y aplicar esos conocimientos en la vida cotidiana. No reconoce límites en el aprendizaje y refuerza su confianza al resolver problemas prácticos.
Tener un objetivo de vida bien definido, como un ikigai, representa un gran desafío. Sin embargo, podemos superarlo paso a paso, celebrando nuestros logros y reflexionando sobre nuestras acciones. Cada esfuerzo tiene una razón de ser y un propósito: entender el "porqué" detrás de lo que hacemos nos ayuda a aprender con mayor facilidad y motivación.