Para crear y reforzar un mindset de crecimiento, dos posibilidades que aprendimos en el curso son:
Aceptar el feedback como una herramienta para mejorar: En el día a día, puedo pedir retroalimentación constante en el trabajo o con las personas cercanas, reflexionar sobre lo que me dicen y usarlo para ajustar mis acciones y crecer en áreas específicas.
Ver los desafíos como oportunidades de aprendizaje: Cada vez que enfrente una tarea difícil o nueva, puedo cambiar mi enfoque, recordándome que es una oportunidad para aprender algo diferente, incluso si al principio cometo errores. Esto implica salir de mi zona de confort con intención y entusiasmo.