Dividir los temas en partes más pequeñas hace que sea más fácil entenderlos, como cuando descompones algo complejo en partes más manejables. Además, este enfoque da la sensación de progreso a medida que abordas cada subtema, lo que puede ser motivador y hacer que sientas que estás avanzando en el aprendizaje. Es como construir algo paso a paso en lugar de enfrentarse a todo de una vez.