Este caso me ayudó a entender cómo los hábitos influyen directamente en nuestra calidad de vida y en nuestra capacidad de lograr objetivos. El ejemplo de Martín muestra que no basta con querer cambiar; es necesario identificar la señal, la rutina y la recompensa para formar hábitos efectivos. Salir del piloto automático nos permite tomar el control de nuestras acciones y construir una vida más equilibrada y consciente.