Les comparto mi experiencia, la cual fue muy grata. En el campo se aprende mucho. Tuve el agrado de tener gente de diferentes sexos, edades, religiones y pensamientos. En cada caso uno tiene su forma de ser y de pensar, esto hace que uno piense como actuar en cada caso. Tuve gente que eran complicadas, me costó mucho poder darle una solución a esto, el cual nunca pude lograre hacerlo. En un comienzo eran personas muy agradables, pero a medida que fue pasando el tiempo se convirtieron en gente complejas. Una de las cosas era que cada 15 días pasaban parte de enfermo y no iban a trabajar. Intenté ayudarlos para que evitara hacer esto, me apoyé en mi jefa, pero en lugar de ayudarlos los trasladaron a otros sectores. Eso lo interpreté como un premio por hacer las cosas mal. En los otros sectores hacían lo mismo, e iban se sector en sector, donde nadie se sentó con ellos a ayudarlos en esto. En mi caso, lo que hubiera echo era sentarme con mi jefa y buscarle una solución entre los tres. Esto me ocurrió con las últimos dos personas que tuve a mi cargo. En cambio, cuando tuve la anterior jefa, cuando teníamos gente así, nos sentábamos los tres y le buscábamos una solución. En mi caso tuve las dos experiencias y me quedo con la segunda opción que mencioné. Gracias por leer mi experiencia