Si uno quiere mejorar su enfoque, lo más efectivo es trabajar en un solo hábito a la vez, en lugar de intentar hacer muchas cosas al mismo tiempo. Debemos elegir una acción concreta que podamos mantener diariamente. Al repetir ese hábito de manera continua, entrenaremos a nuestra mente para una concentración mejor.
También es importante crear un ambiente adecuado, apagar notificaciones y llevar un registro de los avances, ya sea en una agenda o app.