Es conducir la atención hacia un tema, cuestión o problema con anticipación a fin de resolverlo de modo acertado. El primer desafío del enfoque es definir claramente lo que quieres. Tus acciones y actitudes son un reflejo de tus prioridades. Si quieres cambiar tus acciones y actitudes tienes que repensar tus prioridades. Si tienes en claro tus metas, será mucho más fácil enfocarte en acciones y comportamiento que te lleve a avanzar en tus metas personales en lugar de distraerte y ocuparte innecesariamente. Hazte estas preguntas:
¿Qué es importante para mí que he descuidado últimamente? ¿Qué cosas estoy evitando al pasar horas desperdiciadas frente a una pantalla? ¿Estoy dispuesto a limitar mi consumo del internet y de la televisión para avanzar en mis prioridades? ¿Tengo un plan para organizar mi tiempo en las redes, como por ejemplo, verlas un tiempo por la mañana y luego un tiempo por la noche y limitar el exceso?