Mi estrategia será centrarme en que mis capacidades y conocimientos son dinámicos, no un punto final. Entenderé que cada desafío o error no es un obstáculo infranqueable, sino una señal clara de dónde necesito enfocar mi energía para aprender y evolucionar. Voy a cambiar mi diálogo interno, reemplazando cualquier frase de limitación por un "estoy en proceso de lograrlo" o "necesito más práctica". Lo importante será celebrar el proceso de mejora y el esfuerzo que le ponga, más allá de solo el resultado final. Además, buscaré activamente las opiniones de otros para crecer y me rodearé de personas que me inspiren a seguir adelante, manteniendo siempre en mente que la constancia y la paciencia son mis mejores aliados en este camino de aprendizaje continuo.