Crear y reforzar un modelo mental de crecimiento implica adoptar estrategias prácticas como:
Enfrentar los desafíos como oportunidades: Reconocer que cada obstáculo es una posibilidad para aprender algo nuevo. En el día a día, puedes hacerlo buscando soluciones en lugar de enfocarte en problemas.
Adoptar una mentalidad de aprendizaje constante: Reflexiona sobre los errores y retroalimentación para mejorar continuamente. Puedes ponerlo en práctica dedicando tiempo a la autoevaluación después de cada proyecto o tarea.
Estas acciones ayudan a desarrollar resiliencia y fomentar el crecimiento personal y profesional.