mi zona de confort era el trabajo en construcción, mi padre me enseñó lo que debía saber para poderme desarrollar en la industria pero un accidente me dejo fuera de ese camino, mi estrés escalo tanto que por semanas no pude salir de cama pensando que sería de mi vida, debo admitir que aquí y el resto de mi vida el apoyo de mi familia nunca ha hecho falta, ellos siempre me apoyaron y me ayudaron a entender que existían diferentes maneras de ganarse la vida, ahora a parte de una carrera universitaria en curso, tengo la posibilidad de formarme con Alura.
- Asumir la vida y el día a día como vengan, podemos tener una o mil vidas planeadas, pero en un instante todo puede cambiar, debemos aprender a ver todo de forma transversal, una mirada que no juzga y calmada.
- reconocer nuestras emociones como parte de una máquina que nunca se apaga, como cualquier cosa hay fallos, y si reconocemos que tenemos episodios de estrés, ira, tristeza y demás emociones que aparentemente son malas, debemos entender que así funciona el cerebro, no evadir el sentimiento, mas bien, aceptarlo y comprender el por qué de las cosas
- siempre tener una mirada positiva en el mañana, aunque hoy sea un día desastroso, solo nosotros somos responsables de como asumimos la vida y los retos.