En mi caso, lo que me provocaba estrés era cuando no comprendía algo relacionado con lo que estaba estudiando. En esos momentos me sentía frustrado, ya que llevaba varias horas intentándolo sin obtener los resultados que esperaba. Con el tiempo fui aprendiendo que debemos ser pacientes y perseverantes. Es importante no rendirse, seguir adelante hasta lograrlo, pero también saber cuándo es momento de hacer una pausa. A veces, descansar y despejar la mente nos permite recuperar energías y retomar el aprendizaje con mayor claridad.
Actitudes para evitar cometer los mismos errores y pasar a la zona de aprendizaje:
1 - Ser más optimista ante los desafíos.
2 - Tener más paciencia con el proceso de aprendizaje.
3 - Tomar pausas y descansar cuando sea necesario para evitar la fatiga mental.