La situación en la que pasé de mi zona de confort a la zona de aprendizaje fue jugando voleibol. Cuando practicaba en la escuela , mi nivel era promedio y no sentía la necesidad de mejorar. Sin embargo, al comenzar a jugar fuera de la escuela, el nivel era mucho mas alto que el mío. Esto me motivo a seguir jugando, pero con el tiempo empece a sentir ansiedad porque no veía avances en mi rendimiento. Por eso, tuve que esforzarme más para mejorar y poder destacarme como jugador.