¿Cómo fue esa situación? Sucedió cuando cambié de área en mi trabajo. La curva de aprendizaje del nuevo puesto resultó muy complicada, y además, tuve que lidiar con cuestiones personales en ese momento. En general, fue muy difícil para mí hacer la transición de estar en una zona de estrés constante a una zona de aprendizaje.
¿Qué fue lo que te mantuvo atrapado en la zona de estrés? Principalmente, la tensión que sentía por tener que presentar un examen de certificación. Eso me impedía concentrarme en el aprendizaje que debía adquirir para desempeñarme adecuadamente en mi nuevo puesto.
Establecer expectativas realistas: Es importante reconocer que cualquier cambio conlleva un período de adaptación y que es normal tener dificultades al principio. Por lo tanto, es esencial establecer expectativas realistas sobre el tiempo y los esfuerzos que se necesitan para alcanzar un nivel de competencia adecuado en el nuevo puesto.
Practicar técnicas de manejo del estrés: En lugar de permitir que el estrés te abrume, es importante identificar las técnicas que te ayudan a manejarlo de manera efectiva. Puedes intentar con técnicas como la meditación, la respiración profunda, la visualización positiva o el ejercicio físico para reducir los niveles de estrés y facilitar el aprendizaje.
Pedir ayuda y apoyo: Aceptar que necesitas ayuda y buscarla es una señal de fortaleza, no de debilidad. Puedes buscar apoyo en tus colegas, mentores o superiores para recibir orientación y consejos sobre cómo manejar la nueva situación. Además, puedes considerar la posibilidad de buscar recursos externos, como capacitaciones o cursos, para complementar tus conocimientos y habilidades.