En mi primer año de universidad, tuve dificultades para manejar el estrés durante las semanas de exámenes. Me dejé preso en la zona de estrés porque no había planificado mi tiempo adecuadamente y estaba estudiando hasta altas horas de la noche, lo que afectó mi sueño y mi capacidad para concentrarme.
En el futuro, hay tres actitudes diferentes que puedo tener para manejar mejor el estrés durante las semanas de exámenes:
En lugar de dejar todo para el último momento, puedo planificar mi tiempo de estudio con anticipación. Esto me permitirá distribuir mi estudio de manera más eficiente y tener tiempo para descansar y recuperarme.
Para reducir el estrés, puedo practicar técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda o el yoga. Estas técnicas pueden ayudarme a reducir la ansiedad y el estrés asociados con los exámenes.
Si siento que el estrés está afectando mi bienestar y mi capacidad para estudiar, puedo buscar ayuda de un consejero estudiantil o de un tutor. Hablar con alguien puede ayudarme a poner las cosas en perspectiva y obtener consejos útiles para manejar el estrés de manera efectiva.