Hace un tiempo me pusieron a hacer un trabajo que no entendía: revisar una investigación de un proyecto en una empresa. Yo no sabía ni por dónde empezar. Me tocó aprender todo a la brava: videos en YouTube, buscar en internet, preguntarle a cualquier IA que encontrara. El estrés me comía, no por el reto, sino porque si algo salía mal, la culpa era mía… y yo no tenía a quién acudir.
Lo que me dejó atrapado en esa zona de estrés:
Sentirme solo, sin apoyo ni guía.
Miedo constante a fallar y perder el único trabajo que tenía.
No entender nada y tener que fingir que sí.
3 actitudes que tomaré la próxima vez:
Ser honesto desde el inicio si no sé algo, en vez de cargar con todo en silencio.
Buscar ayuda a tiempo, no cuando ya estoy ahogado.
Tomar las cosas por partes, aprender poco a poco sin querer resolverlo todo en un día.
Aprendí que aunque uno venga de abajo, también merece aprender sin castigo. Y que pedir ayuda no te hace débil… te hace...