Para mantener la fuerza de voluntad, es importante empezar con hábitos pequeños y aumentar el desafío gradualmente, como cuando se entrena para una maratón. La fuerza de voluntad es menor cuando estamos cansados, así que es mejor concentrarse en los objetivos cuando tenemos más energía.
Evitar retomar malos hábitos como fumar o comer comida rápida, y en su lugar adoptar una alimentación más saludable, que proporciona más energía al cerebro.
Es crucial luchar contra el estrés, ya que este puede debilitar la fuerza de voluntad. Dormir bien, hacer una reflexión sobre las actividades que pueden ser postergadas y encontrar un equilibrio emocional son estrategias importantes.
En resumen, mantener la fuerza de voluntad requiere cuidar de la salud física y mental, empezar de manera gradual y ser constante en los hábitos.