En una situación de aprendizaje, recuerdo haber tenido dificultades cuando estaba aprendiendo un nuevo lenguaje de programación de manera intensiva para un proyecto. La cantidad de información, la complejidad del nuevo lenguaje y las fechas de entrega inminentes contribuyeron a un ambiente estresante.
Me quedé atrapado en la zona de estrés principalmente debido a:
Falta de organización: No planifiqué adecuadamente mi tiempo y tareas, lo que resultó en un aumento de la presión y el estrés a medida que se acercaban los plazos.
Miedo al fracaso: La ansiedad por no poder aprender lo suficientemente rápido y temor a no cumplir con las expectativas del proyecto generaron un círculo negativo que contribuyó al estrés.
Aislamiento: En lugar de buscar ayuda y colaborar con colegas o recursos disponibles, intenté abordar todo por mi cuenta, lo que aumentó la carga y la sensación de estar abrumado.