- Predisposición: Identifica el motivo y propósito del nuevo hábito. Asegúrate de que sea algo significativo para tu crecimiento personal o profesional.
- Rutina: Establece una rutina diaria o semanal. La constancia es clave para que el hábito se integre en tu vida.
- Recompensa: Establece recompensas para mantener la motivación. Recordar tu objetivo y premiarte por los avances te ayudará a perseverar.
Recuerda que la formación de un hábito sólido puede tomar alrededor de 66 días de práctica constante.