En esta clase hablamos sobre el propósito y cómo empezar a descubrirlo. Aprendimos a través de la historia de Lucas, que se dio cuenta de que había perdido la motivación en su trabajo y entendió que necesitaba reconectarse con su propósito.
Para empezar a encontrar el mío, aprendí que hay algunos pasos que pueden ayudar mucho:
Recordar momentos clave de mi vida. Esos que me marcaron de alguna forma, y pensar qué sentí, qué aprendí y qué aporté en cada uno.
Conversar con alguien de confianza, que pueda escucharme y ayudarme a ver cosas que quizás yo no noto solo.
Buscar patrones, ver si hay temas, emociones o experiencias que se repiten en mis historias, tanto buenas como malas.
Identificar lo que realmente disfruto, lo que me llena, lo que me da energía.
Y después, darle forma a mi propósito con una fórmula simple: qué quiero aportar - para qué lo hago - y qué impacto quiero generar.
Me gustó mucho la metáfora que se usó: encontrar el propósito es como buscar oro en un río. No aparece de golpe, hay que tener paciencia, observar, y sobre todo, conocerse. No se trata de una respuesta rápida, sino de un proceso personal que vale la pena.
