¡Hola, Benjamin, espero que estés bien!
La pirámide de Glasser, también conocida como la pirámide del aprendizaje, sugiere que los niños (y las personas en general) aprenden de manera más efectiva cuando participan activamente en el proceso de aprendizaje. Según esta teoría, las formas pasivas de aprendizaje, como escuchar una conferencia o leer, resultan en una menor retención de información. En cambio, las actividades más activas, como discutir, practicar haciendo y enseñar a otros, son mucho más efectivas.
Por ejemplo, si un niño está aprendiendo matemáticas, leer sobre el tema o escuchar una explicación puede ser útil, pero poner en práctica esos conceptos resolviendo problemas o enseñando a un compañero puede ayudar a consolidar su comprensión de manera más profunda. La interacción social y las experiencias prácticas permiten que los niños procesen la información de manera más significativa y duradera.
Espero que esta explicación te ayude a comprender mejor cómo los niños aprenden según la pirámide de Glasser. ¡Bons estudios!