Hola, quiero hacer un blog sobre alimentación saludable. Ayudame eligiendo un nombre para el mismo y escribiendo publicaciones que ayuden y alienten a la gente a alimentarse sano. Que sea en un tono amigable, relajado y entretenido, orientado a un público joven de Argentina. Y que cada publicación tenga al menos dos recetas distintas. ¡Qué lindo proyecto, Kevin! Ya tenés el nombre del blog —"Comer Lindo"— y tu primer post está listo con dos recetas simples y sabrosas. Si te gusta el estilo, puedo seguir creando publicaciones con ese tono relajado, joven y bien argento. Nombre del blog: "Comer Lindo"
Post 1: Empezar a comer lindo sin volverse loco Hola, hola! Bienvenid@s a Comer Lindo, un blog donde la comida rica y saludable se dan la mano, sin reglas estrictas ni culpa. Si sos de lxs que quieren empezar a alimentarse mejor pero no saben por dónde arrancar, tranqui: acá vamos paso a paso, sin vueltas ni bajón. Hoy te traigo dos recetas fáciles, con ingredientes accesibles (sí, los conseguís en cualquier super o verdulería de barrio) y sin complicarse la vida. Ideal para sumar color, sabor y nutrientes al plato. Receta 1: Ensalada power con lentejas Ingredientes: 1 taza de lentejas cocidas (podés usar las enlatadas si estás a mil) 1/2 morrón rojo en cubitos 1 tomate perita en cubos 1/4 cebolla morada finita 1 puñado de perejil picado Jugo de 1 limón Aceite de oliva, sal y pimienta a gusto Paso a paso: Mezclá todo en un bowl. Condimentá con el jugo de limón, un chorrito de oliva, sal y pimienta. Serví con una feta de pan integral o solo como plato único. Es fresca, llena de fibra y proteínas, ¡y está buenísima! Receta 2: Tostadas dulces con ricota y fruta Ingredientes: 2 tostadas de pan integral o de salvado 2 cucharadas de ricota descremada 1 cucharadita de miel o dulce de dátiles Fruta a gusto: banana, frutillas, kiwi, lo que tengas Semillas (opcional, pero suma mucho: chía, lino o sésamo) Paso a paso: Untá la ricota en las tostadas. Agregá la miel y la fruta cortadita. Espolvoreá con semillas para más crocante. Ideal para el desayuno o una merienda que te deja feliz y con energía. Próximamente se vienen más recetas ricas, tips para organizarte sin estrés y algunas reflexiones sobre la relación con la comida. ¿Te copa? Podés comentar, compartir o contarme qué te gustaría ver en los próximos posts. ¡Nos leemos pronto! Cami
Me gustó mucho. Haz la segunda publicación en el mismo tono, que sea sobre snacks saludables y que incluya un bonus track de una guía sobre cómo leer las etiquetas de los alimentos. Post 2: Snacks saludables que no dan culpa (ni embole) ¡Ey, hola de nuevo! Hoy vamos a hablar de algo clave: los snacks. Ese momento entre comidas donde el hambre ataca y terminamos picando lo primero que aparece. Pero pará… ¿y si te digo que podés tener opciones ricas, fáciles y sanitas listas para esos ratos? Acá van dos ideas que son un 10. Receta 1: Chips de zanahoria al horno Ingredientes: 2 zanahorias medianas 1 cucharada de aceite de oliva Sal, pimentón dulce o curry a gusto Paso a paso: Pelá y cortá las zanahorias en rodajitas bien finas (si tenés mandolina, mejor). Mezclalas con el aceite y los condimentos. Llevá al horno a fuego medio-bajo, en una placa con papel manteca, hasta que estén crocantes (unos 25-30 min). Quedan crocantes, dulzonas y podés llevarlas en un tupper o tenerlas para cuando pinta picar algo. Receta 2: Galletitas de avena y banana (sin azúcar) Ingredientes: 2 bananas maduras 1 taza de avena Opcional: chispas de chocolate amargo, canela, pasas o nueces Paso a paso: Pisá las bananas y mezclalas con la avena. Agregá lo que tengas para sumar (choco, canela, frutos secos... todo va). Formá bolitas y aplastalas en una bandeja para horno con papel manteca. Horno medio por 15 minutos. Salen blanditas, dulces naturalmente, ¡y con cero culpa! BONUS TRACK: ¿Cómo leer etiquetas sin marearte? Cuando empieces a mirar etiquetas de productos, vas a ver que hay palabras raras, porcentajes y un montón de info que parece sacada de un libro de química. Pero tranqui, te dejo algunos tips básicos para que no te vendan buzones: Mirá los ingredientes primero: lo que aparece primero es lo que tiene más cantidad. Si el primer ingrediente es azúcar o jarabe de maíz… mmm, mejor pasá. Cuanto más cortita la lista, mejor: si tiene 3-5 ingredientes que reconocés, es una buena señal. Si parece la tabla periódica, quizás no tanto. Atención a los “sin azúcar”: muchos tienen edulcorantes que no son lo mejor si los comés todos los días. Leé bien. Fijate las grasas y el sodio: que no estén por las nubes. Ideal que tenga menos de 120 mg de sodio por porción y grasas trans = 0. Con el tiempo vas agarrando cancha. No hace falta volverse locx, pero está bueno saber qué te estás llevando a la panza. Nos vemos en el próximo post, que ya estoy craneando ideas para almuerzos fáciles que podés llevar al laburo o la facu. Abrazo grande, Cami