Ten presente que la flexibilidad no es un conjunto de instrucciones fijas que se usan de la misma manera en cualquier situación. Para verificar si vas por buen rumbo, te propongo que reflexiones sobre lo siguiente:
¿Cuáles son los inconvenientes que buscas solucionar? ¿Se parecen a los que se trataron en los ejemplos que analizaste? ¿Qué métodos estás poniendo en práctica? ¿Son los más convenientes para tu situación específica y tu ambiente de trabajo? ¿Estás evaluando el efecto de los métodos que implementas? ¿Estás observando consecuencias favorables? No olvides que la flexibilidad es un camino de perfeccionamiento constante.
