Una de las situaciones en las que pasé por mayor estrés por el aprendizaje, fue cuando comencé mi primer empleo. Era un caos, debido a que al apenas empezar, despidieron al que era mi supervisor, y no había ninguna persona que realmente se dedicara a capacitarme, o al menos a orientarme. Al ser una entidad financiera, todas las personas estaban muy ocupadas siempre, y no tenía tan claro cuál sería mi rol. Me sentía presa en la zona del estrés porque nadie parecía interesado en enseñarme, pero sí esperaban resultados de mí (por supuesto). Sin embargo, aprendí que debía obtener información de manera oportuna de los demás, y sobre todo aprender haciendo, imitando, o experimentando las actividades que debía desarrollar, y fue así como pude sobreponerme y empecé a ir con el "flujo" de aprendizaje.
Esta situación me enseñó mucho, tanto que si volviera a pasar por una situación similar a la misma, adoptaría algunas posturas diferentes; entre ellas: ser autodidacta, apegarme a la disciplina teniendo en cuenta que necesito de ella para ser constante con el aprendizaje de las habilidades que necesito obtener, y me desprendería totalmente del miedo, pues todos tenemos retos, y los asimilamos de manera diferente.