Mayor productividad: Al ser más enfocada, puedo trabajar de manera más eficiente y efectiva, lo que aumentará mi productividad y me permitirá completar mis tareas en menos tiempo.
Mejora en la calidad del trabajo: Al estar más enfocada, puedo prestar más atención a los detalles y hacer un trabajo más cuidadoso y de mayor calidad.
Menor estrés: La dilación y la falta de enfoque pueden generar ansiedad y estrés. Al ser más enfocada, puedo reducir la ansiedad y el estrés asociados a mis tareas pendientes.
Mejora en la toma de decisiones: puedo analizar mejor las opciones y tomar decisiones más informadas y acertadas.
Logro de metas: me permite avanzar en mis metas y objetivos de manera más rápida.