Las distracciones en internet, tales como redes sociales, páginas web y correos electrónicos, han demostrado ser una batalla constante en mi vida diaria, especialmente en el ámbito doméstico y laboral. En casa, donde también llevo a cabo parte de mi trabajo, me encuentro lidiando con la tentación recurrente de verificar mis redes sociales o responder correos mientras intento abordar proyectos pendientes. Este comportamiento disperso no solo ha afectado mi productividad, sino que también ha generado momentos de frustración al darme cuenta de que me disperso fácilmente en lugar de mantenerme enfocado en las tareas importantes.