Como personas tenemos la creencia que es bueno estar dando siempre más del 100% de nuestras energías; sin embargo, nos olvidamos de nuestra salud física, mental, y emocional.
Con el paso del tiempo este ritmo de vida nos desgasta más de lo normal, y es cuando llegamos a un punto donde sentimos haber fracasado. Lejos de ser más productivos, nos autosaboteamos al no dar lugar a las necesidades que como humanos tenemos.
Muy interesante lo aprendido hasta ahora, y esencial para que no perdamos el enfoque.