Hemos empezado a conectar nuestro HTML con JavaScript y viceversa. Aprendimos el concepto de funciones y hemos creado nuestra primera función, pero al revisar el código, notamos que estamos repitiendo ciertos procedimientos. Como buena práctica de programación, debemos intentar que nuestro código sea lo más optimizado y eficiente posible.
Por ejemplo, al trabajar con distintos elementos HTML, repetimos el procedimiento de leer, definir una variable, obtener el elemento y asignar texto. Esto puede ser automatizado para evitar redundancias y facilitar futuros cambios. Para lograrlo, podemos encapsular este código repetido dentro de una función genérica.
Declaramos una función llamada asignarTextoElemento, utilizando camelCase. Esta función recibe dos parámetros: elemento (el elemento HTML a modificar) y texto (el texto a asignar). Al usar parámetros, la función se vuelve genérica y reutilizable para diferentes elementos y textos.
Además, en JavaScript, las funciones se declaran y definen primero, permitiendo que se puedan llamar en cualquier parte del código gracias al concepto de hoisting. De esta manera, optimizamos nuestro código y lo hacemos más mantenible y escalable. Ahora, en lugar de tener varias líneas de código para cada elemento, solo necesitamos una línea por elemento, reduciendo la complejidad y mejorando la organización.
En resumen, encapsular código repetitivo en funciones y hacer uso de parámetros mejora la eficiencia y facilita la mantenibilidad del código, mostrando un mayor profesionalismo en el desarrollo.